La Mux y la Bolsa se cruzan para responder preguntas que nadie formuló nunca.
Para mover los torsos con la cabeza ladeada hacia abajo, para mostrar sus colecciones de teclados, para alternar roles, para cantar canciones sin letra, para ser la pesadilla del sonidista.
La Bolsa viene de sacar un disco. La Mux tiene uno por venir hace quién sabe cuánto.
Puede que toquen alguna juntos.